Depresión

¡Qué palabra! Depresión. 

Recuerdo que cuando le dije a mi padre que elegiría ser psiquiatra, casi casi que se desmaya, porque hasta ese entonces yo era el profesor de anatomía de los alumnos de la carrera de medicina, y se supone cuando haces eso es porque serás cirujano, la verdad que algo de razón tenía mi padre, haber disecado cuerpos, entrenarme en cirugía y luego decidirme por una especialidad médica que no opera…. es un poco de locos.

Como lo expliqué en el artículo “sobre mi” , elegí psiquiatría porque me parecía el respeto máximo hacia los seres humanos.

Después  de haber elegido psiquiatría y antes de empezar incluso la especialidad, me puse a pensar que enfermedad mental sería interesante estudiar, después de todo aun era un estudiante de 3 año de medicina y tenía mucho tiempo para aprender. 

Leyendo un artículo en una revista médica, aun recuerdo el titulo “Científicos especulan que la Depresión será una de las enfermedades con más mortalidad en 20 años” decía que superaría a los problemas cardíacos o al cáncer. Cuando lo hablaba con mis compañeros médicos, o con mi familia siempre me decían esto:

¡Nunca una enfermedad mental será más fuerte o tendrá más impacto que una enfermedad orgánica!

Y de alguna manera nos empezábamos a separar entre los que necesitan ver y los que creen aun en los que los otros no ven, y por suerte, al tener memoria de elefante recordé esta frase:

“Los inteligentes ven lo que los otros no ven y los genios ven lo que los otros no saben aún que existe” (o algo muy parecido).

Y me dije a mi mismo: 

“Qué pasaría si empiezo a hacer cursos y ver el impacto de la depresión en la gente”

¿Y qué aprendí en estos 28 años? Que el artículo que leí tenía razón.

Porque  las enfermedades cardíacas, el cáncer o  las enfermedades como la diabetes tienen casi en todo momento un factor común:

¡LA DEPRESIÓN!

Una persona deprimida para compensar su enfermedad o por un mal diagnóstico, o un diagnóstico tardío suele hacer lo siguiente:

Comer más o menos, beber alcohol, consumir drogas, tener una conducción temeraria o poco precavida, por ende, las enfermedades cardíacas, la obesidad, las adicciones, los problemas sexuales e incluso la ansiedad misma comienzan o se manifiestan en una depresión.

Y si voy un poco más profundo, todos tenemos células llamadas TNF o FNT (factor de necrosis tumoral). Así es, cuando estamos felices y sanos, tenemos células que se encargan casi literalmente de destruir las células cancerígenas de nuestro cuerpo, y si voy mas profundo aun, enfermedades como la psoriasis, (al derivar la piel de la misma capa embriológica que el cerebro) suelen estar bastante relacionadas con la depresión.

Y ustedes dirán, pero yo soy una persona que trabaja, hago deportes y estoy bien, ¡imposible que tenga depresión!

Existen depresiones atípicas (no hace falta estar en la cama, no bañarse y apenas moverse para estar deprimido)

Hay veces que la vida te pone más peso del que puedes llevar, y lo elegante es admitir que no puedes, o buscar ayuda si sospechas que puedes tener depresión con la persona indicada.

Además, lo bueno de esta historia ES QUE LA DEPRESIÓN SI SE CURA!!!

Te lo digo yo, que cuando me divorcie y deje de ver a mi hija por un tiempo, fui yo quien debió convencer a mi psiquiatra que yo padecía depresión, y no, no estaba en la cama, trabajaba, otras cosas con aba, y también hacia deporte, pero el peso de la vida y las circunstancias me superaban.

Cómo podría yo entender a mis pacientes sino me entiendia yo?

Eso si, hice trampa, llevaba 28 años estudiando sobre la depresión.

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