Sí, hace mucho que no escribo, pero todo tiene una explicación. Hice lo que aconsejo a mis pacientes hacer, dejarse romper en miles de pedazos para luego armarse, para ver si lo que hay, gusta; o si hay que quitar pedazos, aunque el rompecabezas al final quede más pequeño, tal vez sea así más eficiente.
Por supuesto, todos queremos la foto de Navidad perfecta: con la pareja, mamá, papá, tus hermanos, sobrinos, la cuñada o el cuñado, la mascota y, mejor aún, ¡con nieve!
Pero cuantas navidades recuerdan ustedes siendo realmente felices, cuántas cenas de navidad realmente estaban llenas de amor, cuántos cumpleaños, cuántos eventos vitales llenaban, mas que quitaban?
Una paciente que admiro me decía:
-Me cago en el amor materno incondicional! …más aún, me cago en el amor incondicional, ese que por defecto debería de estar pero que generalmente tiene un precio
-Y qué precio!
Todos nacemos con reflejos innatos, por ejemplo el de succión, el que nos hace prender de la teta de mama para no morirnos de hambre; el de prensión, que nos permite “agarrarnos” al dedo de la gente que nos cuida.
Pero la pregunta viene aquí:
-estos reflejos que supuestamente nos salvan, estas actitudes biológicas de apego y sobrevivencia. Nos pueden matar?
Amarrarnos de una madre o un padre tóxico, succionar una teta que más que leche dé hiel, querer ser mimado. Realmente nos salva?
Creo que todos mis pacientes y yo incluido, nacimos sin miedo a ser dañados, pero papi, mami o la pareja de turno se encargan de hacernos crear capas, como las de una cebolla, capas que cada vez hacen más difícil ser dañados, pero a la vez, capas que dificultan que nosotros mismos nos demos cuenta quienes somos en realidad.
En la vida aparecerán personas que pondrán más capas, o que sabiendo que tenemos varias capas, quieran solamente eso, lo que se ve.
Pero bendigo al cielo cuando los últimos dos años me permití sacarme las mias, llegar a mi CORE, llegar al núcleo ese que nadie ve y que seguramente nadie quiere.
Ese núcleo que aprendi primero yo a amar, a decir esto soy, esto es lo que hay, de esto estoy hecho, con capas que mami y papi pusieron, que mis parejas agregaron y que la vida moldeo, pero en el fondo, muy dentro… …ESTO SOY YO.
Y saben que, hay otros que también lo hacen, que aparecen cubiertos de capas pero que en la intimidad se desnudan, se exponen, se permiten, en última instancia, SON.
Y cuando se encuentran,
se llaman FAMILIA.